BIOLOGÍA ¡EXPERIMENTEMOS!

     Los avances de la biología durante el siglo XX han permitido mejorar y superar los sistemas de clasificación de los siglos pasados. Aquellos se apoyaban en los caracteres morfológicos externos, y los actuales se basan en caracteres fisiológicos, citológicos y bioquímicos.

SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN

Básicamente encontramos dos sistemas: el artificial y el natural o filogenético.

CLASIFICACIÓN MORFOLÓGICA (CARLOS LINNEO).

            Con Aristóteles (siglo IV. a. C), apareció por primera vez una forma más elaborada de clasificación de los seres vivos. Estos se clasificaban en plantas y animales. Aristóteles dividió las plantas en tres grandes grupos: Las hierbas con tallo tierno; los arbustos con diversas ramas leñosas; los árboles con tronco leñoso. Partiendo de la observación de los líquidos circulantes en el cuerpo, intentó una primera gran división de los animales en dos grupos. Animales con sangre y animales sin sangre. Después de Aristóteles, el zoólogo más eminente de la antigüedad, fue Plinio el Viejo (siglo I a. C); autor de la gran obra de la historia natural, donde recogió todos los conocimientos científicos naturales de sus tiempo. Plinio subdividió los animales según el ambiente en que vivían, en: terrestres, acuáticos y aéreos.

            John Ray (1628-1705), en su Historia Plantarum, hace el primer intento científico de clasificación logrando clasificar más de 18.000 especies. Estableciendo, además, normas de clasificación. Pero en el siglo XVIII que comienza para las Ciencias Naturales una nueva era, cuando el biólogo sueco Carlos Lineo (1707-1778) echa las bases der la moderna sistemática.

            Linneo, aun careciendo de toda noción de genética y evolución, elaboró un sistema de clasificación que todavía es usado hoy día. Reconoció las especies como base de agrupamiento natural de organismos y creyó que las especies eran fijas e inmutables. Trató de reunir todas las plantas, y todos los animales conocidos en un número fijo de especies, tomando como base las semejanzas estructurales. Linneo desechó los nombres comunes de las plantas y animales y los sustituyó por nombres científicos formados por dos nombres latinos, de modo que pudiesen ser comprendidos y usados invariablemente por los cie4ntíficos de todo el mundo.

            Describió en latín los caracteres que distinguen las especies y publicó los nombres y las descripción de las plantas en 1.753 (Species Plantarum), y que los animales en 1.758 (Systema Naturae). Gracias a estos trabajos Linneo ha sido llamado el padre de la Taxonomía, ciencia que tiene por objeto el estudio de la clasificación.

CLASIFICACIÓN FILOGENÉTICA (NATURAL)

            Actualmente,  los sistemas artificiales de clasificación han sido abandonados y son utilizados los sistemas naturales. Un sistema natural está basado en la evolución de los seres vivos. Durante millones de años de evolución, varias formas vivas dieron origen a los diferentes organismos existentes, y es en esas relaciones de parentesco que se apoya la actual clasificación. Ninguno asistió a la evolución y, por lo tanto, no podemos saber exactamente cómo ocurrió, pero sabemos que, cuanto mayor es el grado de parentesco entre organismos, más semejantes son en cuanto a la morfología y fisiología.

         Así, para clasificar los organismos se toman actualmente el mayor número de características disponibles, que van de la simple morfología externa a la estructura anatómica, citológica y ultra estructural (o sea, analizable sólo con el microscopio electrónico). Las mejores clasificaciones utilizadas actualmente, son también en parte artificiales por falta de información sobre la historia de los organismos primitivos.

NOMENCLATURA BINOMIAL

            La adopción de un sistema de nomenclatura basado en dos nombres se debe al naturalista y médico sueco Carlos Linneo (en latín, Carolus Linnaeus, 1707-1778) quien intentó describir la totalidad del mundo natural conocido dándole a "cada especie" un nombre compuesto de dos partes. Sin embargo, la nomenclatura binominal existió antes de Linnaeus en formas variadas. Pero es a partir de las publicaciones linneanas que se comienza a generalizar el uso binominal para la nomenclatura específica.

            En biología, la nomenclatura binomial o binominal (también llamada nomenclatura binaria o nombre binario) es un convenio estándar utilizado para denominar las diferentes especies de organismos (vivos o ya extintos). A veces se hace referencia a la nomenclatura binominal como Sistema de Clasificación binominal.

Como sugiere la palabra «binomial», el nombre científico asignado a una especie está formado por la combinación de dos palabras (“nombres” en latín o de raíz grecolatina): el nombre del género y el epíteto o nombre específico. El conjunto de ambos es el nombre científico que permite identificar a cada especie como si tuviera "nombre y apellido". Este sistema Lineo lo desarrolló para evitar confusiones.

EJEMPLO:

            Si comparamos un lobo y un perro, veremos que a pesar de presentar muchas semejanzas, no son de la misma especie, si bien son parientes próximos.

            Los lobos y los perros pertenecen al mismo género (Canis). La segunda palabra designa la especie. De esta forma, el lobo, que pertenece al género Canis, pertenece a la especie lupus, siendo su nombre científico Canis lupus; el perro recibe el nombre de Canis familiaris. Muchos de los nombres dados por Lineo están todavía en uso y son distinguidos por la letra L. que sigue al nombre científico; por ejemplo, el maíz se nombra Zea mays L.